Practicar sobre un mat que no te sostiene como antes puede parecer un detalle. Pero si ya te resbalaste, sentís que perdés estabilidad o terminás la práctica con molestias en el cuerpo, tal vez no sea solo vos: tal vez sea tu mat.
Acá te dejamos algunas señales claras de que podría ser momento de cambiarlo:
1. Empezás a resbalar
Uno de los primeros signos de desgaste es la pérdida de agarre. Si notás que tus manos o pies se deslizan, especialmente en posturas como el perro boca abajo, el material puede haber perdido su capacidad antideslizante.
Ojo: si tenés un mat de caucho natural y sentís que perdió adherencia, probá primero limpiarlo bien. Como no tiene tratamientos antiestáticos, suele acumular polvo o residuos del ambiente que afectan el grip. Un lavado suave con agua tibia y jabón neutro puede hacer que vuelva a sentirse como nuevo.
2. Notás que se desgasta o se descascara
Con el uso regular, algunos mats se pelan, se afinan o pierden uniformidad. Si tu mat tiene zonas más finas, está deformado o parece que ya no amortigua como antes, es hora de renovarlo.
3. No te sentís cómoda/o practicando
Tu práctica cambia con el tiempo, y tus necesidades también. Si sentís que el mat no te da el soporte que necesitás, se mueve o te desconcentra, no es un capricho: es una señal.
4. Es de materiales que ya no elegís
Si empezaste con un mat de PVC o materiales sintéticos, pero hoy priorizás opciones más naturales, puede ser el momento de cambiar a uno de caucho natural. Elegir un mat también es parte de tu práctica consciente.
En Adho Mukha diseñamos mats de caucho natural, antideslizantes, libres de sustancias tóxicas y con durabilidad real. Porque tu mat no es solo un accesorio: es tu espacio de reconexión.
¿Sentís que tu mat ya no te está acompañando como antes?
Descubrí nuestros mats de yoga y encontrá el que está a la altura de tu práctica.