Cómo mantener tu práctica de yoga en invierno sin perder motivación
Estamos en unas semanas de mucho frío y cuando bajan las temperaturas, también suele bajar la constancia, seamos honestxs. Pero tu práctica no tiene por qué desaparecer hasta la primavera. Con pequeños cambios, el invierno puede convertirse en tu mejor maestro y acá te dejamos algunas recomendaciones para lograrlo.
1. Escuchá tu energía (en lugar de pelearla)
En invierno, el cuerpo naturalmente busca más quietud. No te exijas mantener el mismo ritmo que en otras estaciones. Practicar yoga no siempre significa moverse mucho: una sesión de 20 minutos, una meditación corta o incluso unos minutos de respiración profunda pueden ser suficientes.
👉 Respetar tu energía no es perder motivación. Es practicar con conciencia.
2. Hacé de tu espacio un refugio
Una habitación cálida, una manta a mano, luz suave, quizás un sahumerio o aceite esencial. No necesitás mucho para crear un entorno que te invite a volver al mat.
🔸 Elegí un horario en el que sientas menos resistencia (para muchxs, la mañana es el peor momento en invierno).
🔸 Usá ropa cómoda pero abrigada. Si tus pies se enfrían, probá con medias antideslizantes.
3. Establecé pequeños rituales (en lugar de metas grandes)
En invierno es más fácil abandonar si te ponés metas muy exigentes. Pero un pequeño ritual, como extender el mat a la misma hora todos los días o empezar con una misma canción o movimiento, puede ayudarte a sostener la práctica.
🕊️ Lo importante es el hábito, no la duración.
4. Elegí prácticas que activen el calor interno
Las secuencias dinámicas (como un vinyasa fluido o saludos al sol) pueden ayudarte a generar calor corporal rápidamente. También podés incluir respiraciones activas como Bhastrika o Kapalabhati, siempre con guía si no las conocés.
👉 El movimiento consciente es un gran aliado contra el frío y la rigidez.
5. Permitite practicar diferente
Tal vez en verano hacías yoga al aire libre, o con música fuerte y práctica intensa. En invierno, tu cuerpo puede necesitar lo contrario: más yin, más pausa, más introspección.
✨ La práctica no se pierde cuando cambia. Evoluciona con vos.
¿Y el mat? Elegí uno que te acompañe, incluso en el frío
En invierno, algunos mats se endurecen, otros se enfrían y generan incomodidad. Lo ideal es que tu mat:
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Tenga buena aislación térmica
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Sea antideslizante incluso con medias o pies fríos
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No despida olores plásticos que interrumpan tu concentración
🔗 Nuestros modelos como Strong, Balance o No Rules son ideales para sostener tu práctica, incluso cuando cuesta empezar.
Tu práctica no necesita ser perfecta. Solo necesita ser presente.
En invierno, más que nunca, el yoga puede ser ese espacio donde volvés a vos, aunque afuera todo parezca gris.