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Yoga entre amigxs: cómo compartir tu práctica fortalece los vínculos

Yoga entre amigxs: cómo compartir tu práctica fortalece los vínculos

¿Quién dijo que el yoga es un camino solitario?

Si bien la práctica personal es profundamente íntima, compartirla con alguien que queremos puede transformarla. No se trata de lograr una postura en pareja o de hacer lo mismo al mismo ritmo, sino de acompañarse, inspirarse y sostenerse en ese viaje interior que cada unx transita a su modo.

¿Por qué compartir tu práctica?

Practicar con alguien puede convertirse en un verdadero acto de amor. Te impulsa a sostener tu compromiso, te da un espejo para reflexionar, y crea momentos que se sienten más presentes.

- Motivación extra: hay días que no dan ganas… pero sabés que tu amigx te está esperando en el mat, ya sea en una clase o en casa por videollamada.

- Conexión real: cuando compartís una práctica, las palabras sobran. El silencio se vuelve lenguaje.

- Aprendizaje mutuo: observar al otrx, compartir sensaciones, crecer juntxs. No para comparar sino para inspirarse.

¿Cómo invitar a alguien a practicar?

No necesitás ser profe ni armar una clase perfecta. Podés simplemente proponer un espacio compartido, aunque cada unx haga su propia práctica.

1) Creá un rincón cómodo para dos.

2) Elegí una playlist suave o una clase guiada.

3) Respeten sus tiempos: el yoga no es sincronía, es presencia.

Y si esa persona nunca practicó, no intentes convencerla. Mostrale lo que el yoga te da… y dejá que el resto suceda.

Un mat para vos. Otro para regalar.

En Adho Mukha creemos que el yoga también se comparte. Por eso, del 18 al 21 de julio, vas a poder aprovechar una promo especial por el Día del Amigo:

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Uno para vos. Uno para tu compañerx de práctica.

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Porque un mat también puede ser un abrazo

Si estás pensando en regalar sostén, esta puede ser la oportunidad.
Porque el yoga, como la amistad, se disfruta más cuando se comparte.